25 febrero 2014

OBESIDAD I. La epidemia mundial del desarrollo

Vivimos en un mundo de contrastes y más allá de las anécdotas de las estadísticas, la realidad es que una parte importante de la población mundial está desnutrida o tiene sobrepeso. Esta bipolaridad deja en la zona media, o normal, a una porción de la población que no es, como se esperaría, la gran mayoría.

Imágenes comparando el sobrepeso y la desnutrición
Figura 1.- Sobrepeso y Desnutrición son los extremos de un mundo nutricionalmente desequilibrado

Cuando aún 868 millones de personas en el mundo (12 % de la población) padece desnutrición, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS, periodo 2010-2012), es poco menos que paradójico que otros 1.400 millones tengan exceso de peso (mayores de 20 años, datos de 2008, OMS). Y no sólo eso, sino que 40 millones de niños menores de 5 años en todo el mundo ya tienen este mismo problema.

Mapa mundi con la incidencia de la desnutrición por países
Figura 2.- Prevalencia de Desnutrición (%) en el periodo de 2010-2012 según datos de la Organización Mundial de la Salud. Gráfica tomada de FAOSTAT.

 Números a parte, la cruda realidad es que no habiéndose resuelto aún el  problema de la desnutrición, ya tenemos otro bien arraigado: el sobrepeso. Y es que los datos de prevalencia de sobrepeso y obesidad en el mundo que proporciona la OMS correspondientes al año 2008 son impresionantes. En toda Europa, incluida España, entre el 40 y el 60 % de la población de más de 20 años tiene exceso de peso. Estas cifras aún son mayores en Norteamérica. De modo que, mirando el mapa mundial, aquellos países con altos recursos económicos son quienes tienen mayor incidencia de sobrepeso. No parece, pues, que un mayor desarrollo lleve asociado necesariamente una mejor elección de la alimentación y de los hábitos de vida. Algo está fallando sin duda.



Mapa mundi del sobrepeso por países
Figura 3.- Prevalencia de sobrepeso en individuos de más de 20 años (ambos sexos). Datos de la Organización Mundial de la Salud de 2008. Gráfica tomada de la Organización Mundial de la Salud (enlace).

No acaba aquí este análisis de la realidad mundial, puesto que si miramos con un poco más de detalle, podremos ver que la desnutrición y el exceso de peso no sólo viven puerta con puerta, sino en la misma casa. Así, algunos países en vías de desarrollo se encuentran con una doble problemática. Brasil, Perú, Marruecos y Mongolia son sólo algunos ejemplos de países que, aún con una tasa de desnutrición entre el 15 y el 25 %, ya sufre sobrepeso más del 40 % de su población. Con estos datos no es difícil aventurar una hipótesis. Es evidente que el modelo de alimentación y estilo de vida de los países industrializados no funciona y por ello las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad. Por su parte, los países en desarrollo han copiado ese mismo modelo ineficiente y ahora se encuentran con que la parte de su población que ha conseguido salir de la desnutrición, tiene altas probabilidades de padecer exceso de peso.


DEFINICIÓN

Contrario a lo que habitualmente se entiende por obesidad, de la que se habla en términos de peso (Kg), en realidad la obesidad es el exceso de grasa corporal. Esto suele llevar asociado un aumento del peso corporal, aunque no siempre sucede así. Vayamos por partes.  

En términos prácticos y, especialmente, para el estudio de poblaciones, se utiliza el Índice de Masa Corporal, lo que constituye una simplificación que asume que el exceso de peso se debe a un exceso de grasa. Esto, obviamente no siempre es así, puesto que la masa muscular y la grasa no son equivalentes, siendo la primera más pesada que la segunda. Por esta razón, una persona con gran desarrollo muscular (deportista) puede presentar un peso elevado, con poco porcentaje de grasa corporal. En este caso no se podría hablar de sobrepeso. El IMC tampoco sería aplicable a mujeres embarazadas y en determinadas situaciones médicas. 

Fórmula del Índice de Masa Corporal - IMC
Figura 4.- Fórmula del Índice de Masa Corporal (IMC)

Tal y como se puede observar en la fórmula, el IMC sólo tiene en cuenta el peso y la altura, sin mención alguna a la grasa corporal. Para ADULTOS SANOS, se establece una clasificación según el valor del IMC. Para las personas mayores se establecen otros valores de referencia.


Índice de Masa Corporal, valores de referencia para adultos. Delgadez, sobrepeso y obesidad
Figura 5.- Clasificación del Índice de Masa Corporal para adultos sanos.

Ésta es la clasificación que suele utilizarse con mayor frecuencia; sin embargo, la OMS aplica el término ‘sobrepeso’ cuando el IMC es igual o superior a 25, por lo que incluye aquí también los valores de obesidad. El intervalo entre 25 y 29.9 lo denomina ‘pre-obeso’. Es esta clasificación la que debe tenerse en cuenta para interpretar los mapas anteriores. En realidad se trata de diferencias menores, que no afectan ni a la gravedad ni al tratamiento de la problemática y que deben tenerse en cuenta para no generar confusión entre los términos.

Delgadez, normal, sobrepeso y obesidad
Figura 6.- Clasificación del Índice de Masa Corporal para adultos sanos según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ambas clasificaciones equivalentes, debe hacerse una puntualización. En la práctica, se suele emplear como límite inferior de la ‘Normalidad’ el valor de 20 en lugar de 18.5.

Una sub-clasificación permite distinguir además, tres tipos de delgadez y otros tres grados de obesidad.
* Delgadez
            Leve.- IMC entre 17 y 18.4
            Moderada.- IMC entre 16 y 16.9
            Extrema.- IMC inferior a 16
* Obesidad
            Grado I.- IMC entre 30 y 34.9
            Grado II.- IMC entre 35 y 39.9
            Grado III.- IMC igual o superior a 40



¿POR QUÉ ES NECESARIA ESTA CLASIFICACIÓN?

Como se ha comentado anteriormente, el IMC se emplea principalmente en estudios de población. Gracias a estos estudios sabemos que las personas con exceso de peso tienen MAYOR RIESGO DE MUERTE. Ésta es la verdadera razón por la que las instituciones sanitarias de todo el mundo insisten en mantener unos niveles de IMC dentro del rango normal.

Los valores de riesgo de mortalidad de la siguiente gráfica se han tomado de un trabajo publicado en 2010, en el que se incluyeron 1.46 millones de individuos, de entre 19 y 84 años (referencia 3). Al estudiar las muertes durante un periodo de entre 5 y 28 años, los investigadores calcularon el riesgo de mortalidad en función del IMC. Tanto en hombres como en mujeres no fumadores, el menor riesgo de muerte se sitúa en el intervalo de IMC entre 20 y 24.9 (valores cercanos a 1). Datos similares se obtuvieron en otro estudio de 2009 con 900.000 personas (referencia 4).


Gráfica del riesgo de muerte según el Índice de masa corporal en mujeres
Figura 7.- Riesgo de muerte según el valor del Índice de Masa Corporal (IMC) en mujeres de 19 a 84 años, que nunca han sido fumadoras. Gráfica construida con los valores tomados de la referencia 3

Gráfica del riesgo de muerte según el Índice de masa corporal en hombres
Figura 8.- Riesgo de muerte según el valor del Índice de Masa Corporal (IMC) en hombres de 19 a 84 años, que nunca han sido fumadores. Gráfica construida con los valores tomados de la referencia 3

De estas mismas gráficas se deduce también que valores de IMC bajos tienen un riesgo aumentado de muerte. Comparando los números, el riesgo es similar en el intervalo de IMC de 15 a 18.4 (delgadez) y de 30 a 34.9 (obesidad). Esto es razón suficiente para que, como sociedad, hagamos una profunda reflexión respecto de los cánones de belleza que empujan, especialmente a la mujer, a una delgadez que pone en peligro su propia vida.


Referencias
1.- Organización Mundial de la Salud (OMS)
http://apps.who.int/bmi/index.jsp?introPage=intro_3.html
2.- FAOSTAT
3.- "Body-Mass Index and Mortality among 1.46 Million White Adults". A Berrington de Gonzalez y otros autores. 2010. N Engl J Med, 363:2211-9. (enlace)
4.- "Body-mass index and cause-specific mortality in 900 000 adults: collaborative analyses of 57 prospective studies". Prospective Studies Collaboration. 2009. Lancet, 373: 1083–96 (enlace)


Imágenes
- Figura 1.- La imagen representativa de la obesidad está tomada de este enlace
            La imagen representativa de la desnutrición está tomada de este enlace
- Figura 2.- Gráfica tomada de FAOSTAT.
- Figura 3.- Gráfica tomada de la Organización Mundial de la Salud (enlace).
- Figuras 7 y 8.- Gráficas construidas con los valores que se incluyen en la referencia 3 (enlace).