Nos la podemos encontrar en las cremas faciales donde,
según una conocida marca de cosmética, supuestamente favorece el alisado de las
arrugas y los pliegues. Sin embargo, el principal mérito del pro-retinol no es
ése, sino su actividad como vitamina A, un nutriente esencial para muchas
funciones, entre ellas, el sistema inmune, la visión o la piel.
Según la Federación
Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) la
ingesta diaria recomendada de vitamina A es de 600 mg para
mujeres y 700 mg para hombres. Si bien es cierto que esta vitamina no
tiene una presencia generalizada en los alimentos, sí nos podemos encontrar
algunos que destacan por su gran contenido (ver tabla según datos de la Base de
Datos Española de Composición de Alimentos, BEDCA).
Tabla 1.- Alimentos con niveles elevados de vitamina A (referencia: Base de Datos Española de Composición de Alimentos, BEDCA) |
En realidad la vitamina A no es un solo compuesto, sino varios que pueden funcionar como tal. Éstos se agrupan en dos familias: retinoles y carotenos. Retinol, retinal y ésteres de retinol (con diferentes cadenas en la posición donde se indica ‘R’) son los componentes de la primera familia, mientras que alfa-, beta-carotenos y beta-criptoxantina forman parte de la segunda. En general, toda la vitamina A de verduras, hortalizas, frutas y especias proviene de los carotenos, mientras que al contrario sucede en pescados y mariscos. En quesos, mantequilla y huevos, sin embargo, aunque predominan los retinoles, también hay pequeñas cantidades de carotenos.
Figura 2.- Dos familias de compuestos proporcionan actividad de vitamina A: retinoles y carotenos. Se muestra los principales componentes de cada familia presentes en los alimentos. |
Los carotenos son menos
efectivos como vitamina A, lo que se debe principalmente a su metabolismo. Tras
la ingesta de carotenos, estos son liberados de la matriz alimentaria por los
procesos de digestión y son emulsionados en micelas en el estómago y el duodeno. Esto sucede gracias a la acción de las sales biliares, junto con los
retinoles y las grasas, debido a que son moléculas no solubles en agua y
la emulsión en pequeñas “gotas” o micelas hace que sean más fáciles de absorber (también favorece la digestión química de las grasas). Una vez en el intestino,
los carotenos atraviesan la membrana apical de las células que lo recubren,
los enterocitos. Esto es posible gracias a tres transportadores: SR-B1, NPC1L1
y CD36, que, curiosamente, también hacen la misma función con el colesterol. La difusión pasiva de los carotenos a través de
la membrana de la célula no está clara, a pesar de ser el primer mecanismo que
fue sugerido.
Figura 3.- Digestión y absorción de carotenos y retinoles en los enterocitos. Autora: Ana B. Ropero
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Esta limitada conversión
de carotenos en retinol es la razón por la que, para calcular la cantidad total
de vitamina A de un alimento, se debe aplicar una fórmula en la que se pone de
manifiesto la distinta contribución de retinoles y carotenos. En esta fórmula
se tiene en cuenta sólo un sexto de la cantidad de beta-caroteno, mientras que
el resto de miembros de esta familia contabilizan sólo en una doceava parte.
Figura 5.- Fórmula actualmente utilizada para calcular la vitamina A (equivalentes de retinol). |
Sin embargo, el
Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en su documento de
septiembre de 2015 de su Base de Datos de Nutrientes, contabiliza sólo la
doceava parte de los beta-carotenos y una vigésima cuarta parte de los otros
carotenoides. Esta modificación la hace en base a estudios que muestran que la
conversión de carotenos a retinol es la mitad de lo que se pensaba. De este
modo, la fórmula queda:
Figura 6.- Fórmula utilizada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en su Base de Datos de Nutrientes. |
Los ésteres de retinol,
por su parte, deben liberarse de su cadena (R, que generalmente es un ácido
graso) y convertirse en retinol antes de entrar en el enterocito. Esto lo
pueden hacer en el lumen del intestino, gracias a la acción de dos enzimas: PTL
y PLRP2 de sus siglas en inglés, o bien en la propia membrana de las células
gracias a la enzima REH. Tanto el retinol proveniente de la hidrólisis de los
ésteres como el que proviene de los alimentos entran en el enterocito, aunque
no se sabe aún los transportadores implicados.
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Una vez dentro de las
células, el retinol total (proveniente de los alimentos, de los carotenos o los
ésteres de retinol) hace el paso inverso y se esterifica, convirtiéndose en
ésteres de retinol, por la acción de las enzimas LRAT, que se encarga de
esterificar el 90% del retinol, y DGAT1 del resto. Este hacer y deshacer de la
célula es necesario para que finalmente se incorpore el retinol, en forma de
ésteres de retinol, a los quilomicrones. A continuación, éstos atraviesan la
membrana basal de los enterocitos y pasan al sistema linfático, por donde
circulan repartiendo su contenido (vitamina A, D, E, grasa y colesterol) hasta que
el remanente accede al riego sanguíneo y es reconvertido en el hígado.
Figura 8.- El retinol proveniente de la dieta y de la conversión de los carotenos se esterifica y los ésteres de retinol se incorporan a los quilomicrones. Autora: Ana B. Ropero
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En los quilomicrones
también viajan los carotenos que no han sufrido ninguna modificación en su paso
por el enterocito. Estos compuestos ejercen un función principalmente como
antioxidante en nuestras células, protegiendo a los ácidos grasos de la
oxidación y, por tanto, de la pérdida de funcionalidad.
Referencias
- “Absorption of Vitamin A and Carotenoids by the Enterocyte: Focus on
Transport Proteins”. 2013. E Reboul. Nutrients, 5, 3563-3581.
-
“ Vitamin A Metabolism: An Update”.
2011. DN D’Ambrosio, RD Clugston, WS Blaner. Nutrients, 3,
63-103
- “Composition of Foods. Raw, Processed, Prepared. USDA National Nutrient
Database for Standard Reference, Release 28 (2015). Documentation and User
Guide”. US Department of Agriculture Agricultural Research Service.
- “ Ingestas
Dietéticas de Referencia (IDR) para la Población Española”. 2010. FESNAD. Act
Diet.;14(4):196-197
- Base de Datos Española de Composición de
Alimentos, BEDCA (www.bedca.net)
- “Tabla de composición de los
alimentos”. Fco. J. Mataix Verdú. Universidad, Instituto de Nutrición y
Tecnología de los Alimentos. 2003.
Imágenes
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Figura 1.- Tomada de Istockphoto/thinkstock
- Figuras 2 a 8.- Autora: Ana B. Ropero