La diferencia más obvia entre hombres y mujeres son los órganos reproductores y resto de caracteres sexuales. Sin embargo, es necesaria poca pericia para darnos cuenta de que más allá de bromas y roles sociales, hombres y mujeres pensamos, sentimos y funcionamos diferente. Y son las hormonas testosterona, estrógenos y progesterona las principales responsables de esas diferencias que afectan a prácticamente todos los aspectos de nuestra fisiología.
Para ser hombre o mujer, no basta con tener los genes XY o XX respectivamente, sino que depende de lo que sucede en nuestra vida fetal, alrededor de la semana 6 de edad. Si en ese momento se activa el gen Sry, que se expresa exclusivamente en el cromosoma Y, entonces la gónada indefinida hasta ese momento se desarrollará en testículos. Estos, a su vez producirán testosterona, que se encarga de “masculinizar” todo el cuerpo. Si este proceso no tiene lugar, se desarrollará el aparato reproductor femenino y el resultado será una niña (puedes saber más en este enlace).
Figura 1.- Proceso que tiene lugar en el feto de 6 semanas y que
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La testosterona es el principal miembro de la familia de los andrógenos, hormonas mayoritariamente masculinas. Es el más potente, aunque también se sintetizan otros andrógenos en humanos como dihidrotestosterona (DHT), dehidroepiandrosterona (DHEA) y androstenediona. La testosterona determina los caracteres sexuales masculinos y juega un papel fundamental en la reproducción. Pero también está implicada en muchos otros procesos celulares y fisiológicos, entre los que se incluyen la regulación del metabolismo proteico (favorece el crecimiento de los músculos esqueléticos y el crecimiento óseo) y el metabolismo hídrico y electrolítico.
En los mamíferos macho, el 95% de la testosterona se produce en los testículos, en las células de Leydig situadas entre los túbulos seminíferos. Esta secreción supone, en humanos, entre 3 y 10 mg de testosterona diaria. Adicionalmente, una pequeña cantidad de la hormona también se produce en las glándulas adrenales (situadas sobre los riñones).
Figura 2.- Secreción de testosterona en las células de Leydig
de los testículos. [Imagen de microscopía de la izquierda: Spike
en Wellcome Images; derecha: University of Oklahoma] |
Los andrógenos no son exclusivos del sexo masculino, sino que las mujeres también los producen. Aproximadamente un tercio de la testosterona en la mujer se sintetiza en el ovario. El resto se produce a partir del precursor androstenediona en los tejidos periféricos, entre ellos, la piel y el tejido adiposo. Esta androstenediona procede de los ovarios y de las glándulas adrenales. Los valores matutinos de testosterona considerados normales total se sitúan en 300 - 1200 ng/dl en hombres y 30 – 95 ng/dl en mujeres.
Figura 3.- Tejidos productores de testosterona en hombres y mujeres.
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La secreción de testosterona está bajo el control de la hormona luteinizante (LH) de la pituitaria. Esta LH se une a receptores acoplados a proteínas G (GPCR) específicos en las células de Leydig y dispara la secreción de testosterona. A su vez, la secreción de LH viene regulada por la GnRH del hipotálamo.
Figura 4.- Regulación de la secreción de testosterona por la
LH de la pituitaria (hipófisis) y
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La secreción de testosterona sigue un ritmo pulsátil, diurno y circadiano. La máxima concentración de la hormona en sangre se da en las horas durante el sueño y disminuye unas horas tras despertarse.
Figura 5.- Medida de los niveles de testosterona en sangre en
3 chicos durante la pubertad (12-15 años). Tomado de The Journal
of Clinical Investigation Volume 54 September 1974-609-618.
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La producción de
testosterona es menor con la edad. De hecho, la concentración de esta hormona
en sangre disminuye a razón de 1-2% por año. Además, se pierde el ritmo
circadiano de la secreción de testosterona. Este declive en la producción de la
hormona podría contribuir al deterioro fisiológico que se da en los hombres
durante el envejecimiento, aunque su significado clínico aún no está claramente
definido. Por esta razón, está siendo un importante tema de investigación en
los últimos años.
Referencias
-
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Elsevier Mosby. 6ª edición. 2008.
- "Williams Textbook of Endocrinology". Kronenberg. Saunders
Elsevier. 2008.
- “Simultaneous augmented
secretion of luteinizing hormone and testosterone during sleep”. R.M. Boyar, R.S.
Rsenfeld, S. Kapen, J.W. Finkelstein, H.P. Roffwarg, E.D. Weitzman, L. Hellman. 1974 The Journal of Clinical
Investigation Volume 54 September 1974-609-618.
- “The
Decline of Androgen Levels in Elderly Men and Its Clinical and Therapeutic
Implications”. J.M.
Kaufman, A. Vermeulen. 2005 Endocrine Reviews, 26(6):833–876
- “Hormone
Replacement Therapy and Physical Function in Healthy Older Men. Time to Talk
Hormones?” M.G. Giannoulis, F.C. Martin,
K.S. Nair, A.M. Umpleby, P. Sonksen. 2012 Endocrine Reviews, 33(3):314–377
Imágenes
- Figura 5.- The Journal of Clinical Investigation Volume 54 September 1974-609-618.