03 mayo 2013

La herramienta celular que recibió el Premio Nobel en 1992



Hay que reconocer que en algunas ocasiones los méritos por los que los laureados reciben el premio Nobel son difíciles de entender para el ciudadano de a pie. Éste puede ser el caso del Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 1992, otorgado a Edmond H. Fischer y Edwin G. Krebs. Sus descubrimientos estaban relacionados con la fosforilación reversible de proteínas como un mecanismo biológico regulatorio. En palabras más sencillas: descubrieron uno de los mecanismos que las células utilizan para responder a una alteración que viene de fuera. Y fue en los años 50.

Edmond H Fischer y Edwin G Krebs
Figura 1.- Laureados con el Premio Nobel de
Fisiología o Medicina de 1992.

En entradas anteriores ya explicamos que las hormonas son mensajeros químicos necesarios para que nuestro cuerpo responda de forma adecuada a diferentes alteraciones, ya sean de origen interno o externo, y pueda funcionar correctamente (enlace). Cuando llegan a las células que deben poner en marcha la respuesta, las hormonas interaccionan con receptores específicos, que de esta forma se activan y ponen en marcha el mecanismo necesario para que se dé esa respuesta (enlace). 

La hormona activa su receptor en la célula y éste pone en marcha un mecanismo que produce una respuesta
Figura 2.- La interacción de la hormona con su receptor provoca la activación de éste, lo que pone en marcha un mecanismo de señalización intracelular que da lugar a la respuesta celular adecuada.




En la actualidad se conocen muchas vías de señalización que actúan a modo de autopista entre el receptor y la respuesta final. Desde el punto de vista de la investigación, las herramientas técnicas aparecidas en las últimas décadas han constituido la base fundamental para estos avances. Con ellas se han podido establecer mapas de señalización muy complejos, similares al de la figura 3, en el que se entrecruzan multitud de vías. A pesar de todos estos avances, da la impresión de que estamos lejos de vislumbrar el mapa completo de los mecanismos que tienen lugar dentro de la célula.

Mapa de señalización celular
Figura 3.- Ejemplo de mapa de señalización del receptor del factor de crecimiento epidérmico. Pathway Maps.

Lejos de querer asustar, la figura 3 representa la complejidad del funcionamiento celular. Para poner en marcha cualquier respuesta en la célula, participan decenas de diferentes moléculas. En general, se trata de proteínas que se van pasando la información de una a otra, a modo de cubos de agua en una cadena humana contra un incendio. En realidad, lo que hacen es activarse unas a otras: ésta es su forma de pasarse el mensaje. Hay varios mecanismos por los que las proteínas se activan. Uno de ellos es precisamente el descubierto por Fischer y Krebs y que les valió el premio Nobel en 1992. Es muy utilizado por multitud de proteínas y consiste en la modificación química por fosforilación (adición de un grupo fosfato). Es más sencillo con un ejemplo.

Las proteínas de la familia de la MAPK (de las siglas en inglés de mitogen-activated protein kinase) forman parte de vías de señalización intracelular activadas, entre otros, por hormonas y factores de crecimiento y que tiene diferentes consecuencias dependiendo del estímulo y del tipo celular: poner en marcha la división celular, regular el metabolismo, la supervivencia, la movilidad, la muerte (apoptosis) o la diferenciación de las células. Estas MAPK se activan por fosforilación, provocada por una proteína de la familia de las quinasas, por su capacidad para fosforilar. En este caso puntual, es la MKK o MEK (de MAPK quinasa). Una vez la MKK/MEK fosforila la MAPK en dos aminoácidos específicos de su secuencia, se produce un cambio en la estructura de la proteína (cambio conformacional), que la activa. La MAPK está ahora lista para pasar el mensaje. Puesto que ella también es una quinasa, lo hará fosforilando a la siguiente proteína. Así, sucesivamente hasta que finalmente se produce la respuesta celular correspondiente.

Activación de la respuesta celular por fosforilación de proteínas
Figura 4.- Diversas hormonas, a través de sus receptores, activan una proteína quinasa MKK/MEK, que fosforila y activa MAPK. Ésta, a su vez, fosforila y activa otras proteínas de diferente índole, dependiendo de la hormona y el tipo celular.
Como ya vimos en otra entrada, la señal emitida por la hormona debe finalizarse en algún momento, para evitar que la célula siga produciendo una respuesta cuando ya no es necesario. Uno de los mecanismos utilizados es la retroalimentación negativa (enlace). Otro es la inactivación de las proteínas encargadas de transmitir el mensaje de unas a otras dentro de la célula. Siguiendo con el ejemplo de MAPK, existe una proteína que elimina la fosforilación producida por la MKK/MEK. De esta forma, la MAPK se inactiva y no sigue transmitiendo la señal, por lo que deja de producirse la respuesta celular. Esta proteína recibe el nombre de fosfatasa y en este caso concreto, MKP.



Activación de la respuesta celular por fosforilación de proteínas
Figura 5.- La proteína quinasa MKK/MEK activa la MAPK al fosforilarsa.
La función opuesta la lleva a cabo la proteína fosfatasa, MKP.


Referencias
- MLA style: "The Nobel Prize in Physiology or Medicine 1992". Nobelprize.org. 17 Apr 2013 http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/1992/
- "Structure and regulation of MAPK phosphatases". A Farooq, M Zhou. Cellular Signalling 16 (2004) 769–779
- "Mitogen-Activated Protein (MAP) Kinase Pathways: Regulation and Physiological Functions". G. Pearson, F. Robinson, TB Gibson, B Xu, M Karandikar, K Berman, MH Cobb. Endocrine Reviews 22(2): 153–183


Imágenes
- MLA style: "The Nobel Prize in Physiology or Medicine 1992". Nobelprize.org. 17 Apr 2013 http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/1992/
- Figura 3: Pathway Maps (http://pathwaymaps.com/maps/443/)