Algunos de estos compuestos se
comportan de forma peculiar, de modo que concentraciones bajas producen más
efecto que niveles más elevados. Se habla de curvas no monotónicas porque más
dosis no significa más efecto. Este tipo de comportamiento lleva de cabeza a
toxicólogos y resto de investigadores del campo porque supone un reto para establecer
las dosis máximas que son seguras y no suponen un riesgo para la salud. En
Naukas.com encontraréis un artículo en el que se trata este tema: “Menos dosis –más riesgo: la paradoja”. Es importante tener en cuenta que este tipo de
comportamiento no solamente se da en disruptores endocrinos, sino también en multitud
de moléculas propias del organismo.