Figura 1.- Gametos femenino (óvulo) y masculino (espermatozoide). [Ir a la sección de 'Imágenes' para los créditos] |
En
entradas anteriores hemos tratado los cambios que se producen durante el ciclo menstrual e incluso durante las primeras semanas de embarazo. A pesar de haber
dado pinceladas del proceso de formación de los gametos, los óvulos y los
espermatozoides, es justo ampliar esa información para obtener una imagen más
detallada del complicado proceso que constituye la base de nuestra vida, la ovogénesis
y la espermatogénesis.
A
diferencia de los hombres, las mujeres producimos nuestros gametos cuando aún
somos unos fetos en el útero materno. La imposibilidad de producir nuevos
óvulos durante nuestra etapa adulta hace que el agotamiento de nuestras
reservas signifique la infertilidad.
Si
recordamos, hasta la semana 6 de vida el feto no tiene sexo y es en ese momento
cuando se toma la decisión de si será niño o niña. Si se activa el gen Sry que
se localiza en el cromosoma Y, se
desarrollarán los testículos y, por lo tanto, la masculinización del
feto. Si no se da esa señal, el feto será niña y comenzará el desarrollo del
aparato reproductor femenino, incluidos los ovarios y su contenido (enlace a la entrada).
DESARROLLO DE LOS OVOCITOS
El
origen de los gametos, tanto ovocitos como espermatozoides, se encuentra en las
células germinales primordiales.
Estas células sufren un proceso de diferenciación y de migración al canal
genital durante las primeras semanas de vida del feto, independientemente de
cuál vaya a ser su sexo. Aquí, estas células se encuentran en los denominados cistos de células germinales o nidos, donde se producen millones de
ellas alrededor de la semana 8 de vida fetal, una vez en pleno desarrollo
sexual femenino. Las ahora denominadas ovogonias
llegan a alcanzar 6-7 millones en la semana 20 de gestación. Una gran parte de estas
ovogonias mueren cuando se produce la ruptura de los nidos y la liberación de
las mismas para formar los folículos primordiales. De modo que a partir de la
semana 20 de gestación, la cantidad de ovogonias disminuye de forma importante
y deja el número total en alrededor de 1 millón en el momento del nacimiento.
Desde
su origen como ovogonias fetales hasta su maduración como ovocitos y
posteriormente óvulos, estas células sufren dos tipos de división celular:
mitosis y meiosis. En términos de material genético, estos dos procesos de
producción de nuevas células son muy diferentes.
Las
células humanas contienen 46 cromosomas que se agrupan en 23 pares. En la
división celular denominada mitosis a
partir de una célula se obtienen 2 hijas con 46 cromosomas (diploides). Sin
embargo, en la meiosis el resultado
es diferente: a partir de una célula madre se obtienen 4 células hijas con la
mitad de material genético (23 cromosomas, haploides). Esto tiene lugar en dos
fases denominadas meiosis I y II.
En
ambos tipos de división celular se duplica el ADN (replicación), pero mientras que en la mitosis ese ADN se reparte
entre 2 células, en la meiosis lo hace entre 4, por lo que tocan a la mitad de
material.
Mediante
la división celular de la mitosis se obtienen una gran cantidad de ovogonias.
Cada una de estas células hijas inicia entonces el otro tipo de división
celular que dejan parada durante muchos años hasta la pubertad: la meiosis.
Estas ovogonias sufren duplicación del ADN, pero no avanzan más allá en este
proceso. De esta forma, hacia el quinto mes de embarazo, dos tercios de estas
células fetales se han convertido ya en ovocitos
primarios parados en meiosis, con el doble de material genético. Sólo unos
cuantos ovocitos afortunados finalizarán la meiosis I y sólo aquellos que son
fecundados completarán la meiosis II.
DESARROLLO DE LOS FOLICULOS
Los
ovocitos son las células que, tras la ovulación, pueden ser fecundadas por los
espermatozoides y dar lugar a un embrión. Sin embargo, estas células no están
solas, sino rodeadas de una estructura celular denominada folículo. Estos folículos están formados por células de dos tipos
fundamentales: células de la granulosa y de la teca.
Los
folículos primordiales se forman
cuando los ovocitos primordiales se liberan de los nidos de células germinales.
En esta liberación, les acompañan células escamosas que más adelante darán
lugar a las células de la granulosa. En este estadio permanecen durante años hasta
que se activan y vuelven a crecer, ya en la edad fértil. En este momento y de
forma consecutiva, grupos de folículos primordiales salen de su letargo y
retoman su desarrollo. Al contrario de lo que podría pensarse, este ‘despertar’
no coincide con el inicio del ciclo menstrual. De hecho se estima que el
desarrollo completo de los folículos primordiales hasta el estadio
pre-ovulatorio (listo para la ovulación) se alarga unos 6 meses. Por esta
razón, hay presencia de folículos en desarrollo de forma continua en el ovario,
sea cual sea el momento del ciclo menstrual.
Figura
5.- Ovario de una niña donde se pueden ver una gran cantidad de folículos
primordiales.
Imagen modificada de la original de la Universidad de Oklahoma.
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Durante
el desarrollo y crecimiento de los folículos primordiales las células de la
granulosa que contienen se agrandan y toman forma cuboidal disponiéndose en una
monocapa alrededor del ovocito. A continuación aparece la zona pelúcida y se
forma la capa externa de células de la teca. La señal que provoca estos cambios
en los folículos primordiales aún no se conoce con detalle. Sin embargo, sí se
sabe que no depende de las hormonas que regulan el ciclo menstrual, las gonadotropinas
LH (hormona luteninizante) y FSH (hormona liberadora del folículo). En su
lugar, son factores producidos por el propio ovocito y las células de la
granulosa que lo rodean quienes regulan este proceso de desarrollo.
La
progresión a folículos secundarios continúa con el crecimiento de las células
de la granulosa formando múltiples capas alrededor del ovocito. En este estadio
el desarrollo folicular aún es mayoritariamente independiente de las hormonas
LH y FSH endógenas, aunque responden a dosis externas de las mismas. La
formación de un antrum, o hueco, ocupado
por fluido determina la evolución a folículos antrales. Este espacio que se
crea separa las células de la granulosa y las de la teca, lo que hace que estén
menos expuestas a los factores que secretan las unas y las otras. Probablemente
por esta razón el crecimiento de estos folículos cada vez es más dependiente de
las gonadotropinas LH y FSH (especialmente esta última) que llegan a través de
la sangre desde la pituitaria anterior. Es en este estadio y durante los
primeros días del ciclo menstrual, cuando se selecciona el folículo que
madurará y finalmente liberará el óvulo listo para su fecundación. También
tiene lugar la diferenciación de las células de la granulosa en cumulus oophorus (forma la corona
radiada alrededor del ovocito) o las que forman la membrana de la granulosa (mural, el resto que rodean el antrum).
Las primeras acompañarán al ovocito tras la ovulación, mientras que las otras
formarán el cuerpo lúteo que finalmente se perderá. La última etapa del
desarrollo folicular es el estadio pre-ovulatorio o folículo de Graaf, que ya
está listo para liberar el ovocito en respuesta al pico de LH que se produce
aproximadamente a la mitad del ciclo menstrual.
Figura 7.- Diferentes etapas en el desarrollo folicular o foliculogénesis. [Ir a la sección de 'Imágenes' para los créditos] |
El
desarrollo de los folículos y de los ovocitos que contienen transcurre en
paralelo, tanto durante la etapa fetal como adulta. De esta forma, a la vez que
se forma el antrum, los ovocitos adquieren la capacidad de completar la meiosis
que dejaron a mitad tantos años atrás, momento en el que ya han alcanzado el
80% de su tamaño final. El pico de LH que tiene lugar a mitad del ciclo inicia
los eventos que provocan esta madurez meiótica que permite completar la meiosis
I, con el resultado de dos células hijas con 46 cromosomas cada una (diploide).
Estas dos células son muy diferentes en tamaño, puesto que se trata de una
división celular asimétrica. La más grande es el ovocito secundario (óvulo),
que será liberado en las próximas horas, durante la ovulación y podrá ser
fecundado. La más pequeña es el primer cuerpo polar, que permanece junto al
óvulo y que se perderá en los primeros estadios de la fecundación. Para poder
ser fecundado, el ovocito debe además sufrir un proceso de madurez
citoplásmica.
Figura 8.- La meiosis I se completa en el óvulo justo antes de la ovulación.
El óvulo prosigue con la meiosis II tras la fecundación. Autora: Ana Belén Ropero
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Si
el óvulo no es fecundado, éste se pierde sin haber finalizado la segunda fase
de la meiosis. Si por el contrario se produce la fecundación, la reacción cortical
que tiene lugar dispara la meiosis II en el ovocito. Como consecuencia, se
obtienen de nuevo 2 células, pero en este caso con 23 cromosomas cada una
(haploides). También aquí hay una más grande, que da lugar al embrión
junto con el material genético del espermatozoide, y un segundo cuerpo polar
que se pierde, como el primero.
Referencias
- "Williams Textbook of Endocrinology". Kronenberg. Saunders Elsevier. 2008
- “The Mammalian Ovary from Genesis to Revelation”. 2009. MA Edson , AK
Nagaraja, MM Matzuk. Endocrine
Reviews 30: 624–712
- “Molecular control
of oogenesis”. 2012. F Sánchez, J Smitz. Biochimica
et Biophysica Acta 1822: 1896–1912
- “Ontogeny of the ovary in polycystic ovary syndrome”. 2013. DA
Dumesic, JS Richards. Fértil Steril_ 2013;100:23–38
Imágenes
- Figura 1.- Ovocito: F. Chanut (2006) "The Ins and Outs of Sperm Entry", PLoS Biol. 4(5): e160. (enlace)
Espermatozoide: Suffolk County Community College
- Figura 2.- Modificada de la original tomada del National Center for Biotechnology Information, NCBI
Espermatozoide: Suffolk County Community College
- Figura 2.- Modificada de la original tomada del National Center for Biotechnology Information, NCBI
- Figuras 4 y 5.- Todas las imágenes de la composición han sido tomadas de la University of Oklahoma.
- Figura 7.- Todas las imágenes de la composición han sido tomadas de la University of Oklahoma, excepto la del Folículo de Graaf, que proviene del Suffolk County Community College.
- Figura 9.- Imagen de la izquierda: Suffolk County Community College.
- Figura 7.- Todas las imágenes de la composición han sido tomadas de la University of Oklahoma, excepto la del Folículo de Graaf, que proviene del Suffolk County Community College.
- Figura 9.- Imagen de la izquierda: Suffolk County Community College.
Imagen central tomada de F. Chanut (2006) "The Ins and Outs of Sperm Entry", PLoS Biol. 4(5): e160. DOI: 10.1371/journal.pbio.0040160 (enlace)
Imagen de la derecha: El original tomado de la figura 3 de “Space asymmetry directs preferential sperm entry in the absence of polarity in the mouse oocyte.” N Motosugi, JE Dietrich, Z Polanski, D Solter, T Hiiragi PloS Biol. 2006 4(5): e135. (enlace)