Figura 1.- El preservativo es el método anticonceptivo más utilizado. |
El 78.8 % de las mujeres de entre 15 y 49 años utiliza métodos anticonceptivos según la “VI encuesta DAPHNE Bayer Schering Pharma de hábitos anticonceptivos de la mujer en España”, con datos de 2008 (ver documento aquí). El más utilizado es sin duda el preservativo, seguido de cerca por la píldora.
Existe una amplia gama de anticonceptivos (ver tabla) que permiten elegir el más apropiado dependiendo del interés personal, pero especialmente de la condición médica de la mujer (migraña, obesidad, epilepsia, situación del tejido uterino, etc.). La Sociedad Española de Contracepción (SEC) nos proporciona un listado de los anticonceptivos comercializados en España en este enlace.
Tabla 2.- Métodos anticonceptivos en uso |
Es fundamental realizar una elección apropiada del método anticonceptivo y para ello es imprescindible seguir las recomendaciones y pautas marcadas por su ginecólogo. Con el fin de ayudar en esta elección, la Organización Mundial de la Salud publicó en 2010 un texto de referencia, elaborado por un grupo de especialistas en base a los últimos estudios clínicos y epidemiológicos (enlace aldocumento).
De todos los métodos anticonceptivos, la píldora y otras alternativas hormonales son los segundos en utilización, tras el preservativo. La base de estos métodos hormonales es la manipulación de la concentración de las hormonas implicadas en el ciclo menstrual, con el fin de evitar el embarazo.
Tabla 2.- Evolución del uso de métodos anticonceptivos según la VI encuesta DAPHNE |
Como ya vimos en "El ciclo que mantiene nuestra especie", el ciclo menstrual se mantiene gracias a la acción de varias hormonas. Por un lado están las producidas en el cerebro: GnRH en el hipotálamo y las gonadotropinas LH y FSH en la pituitaria anterior; por el otro, las secretadas por los ovarios: estradiol y progesterona. Los cambios que se producen a lo largo del ciclo menstrual, tanto en el desarrollo de los folículos (con sus óvulos), como del endometrio del útero son el resultado de una fina regulación de los niveles de estas hormonas. Ello permite el desarrollo de los folículos con la consecuente liberación de un óvulo, la fecundación y la posterior implantación del embrión en el útero receptivo. Si esta regulación se ve alterada, ya sea por falta o exceso de alguna de estas hormonas, el resultado puede ser la imposibilidad para concebir. Esta consecuencia puede ser mal recibida, cuando se desea el embarazo, o aplaudida, como sucede en la mayor parte de las ocasiones, para evitarlo. Es precisamente esta posibilidad de la que hacen uso los métodos anticonceptivos hormonales para impedir el embarazo.
Figura 2.- Regulación hormonal del ciclo menstrual. |
Se
piensa que el mecanismo principal por el cual la píldora combinada impide el
embarazo es a través de la inhibición de la ovulación. Con este fin contiene dos
tipos de sustancias: un estrógeno y un progestágeno. Si recordamos, los ovarios
producen precisamente estas dos hormonas en respuesta a LH y FSH liberadas al
torrente sanguíneo por parte de la pituitaria anterior. Pero además, estrógeno
y progesterona también controlan, a su vez, la secreción de LH y FSH, lo que
genera un bucle que, dependiendo del momento del ciclo menstrual, puede ser
positivo o negativo. En el caso de los métodos anticonceptivos hormonales, el
efecto que tienen sobre la liberación de LH y FSH es negativo.
El
estrógeno del anticonceptivo ejerce una función principal: impedir que se
secrete FSH al torrente sanguíneo, lo que hace que los ovarios permanezcan
inactivos. Esto quiere decir que no se produce el desarrollo folicular y, por
supuesto, no tiene lugar la liberación de un óvulo a mitad del ciclo menstrual.
Y sin óvulo, no hay posibilidad de embarazo.
Por
su parte, la progesterona ejerce mayor número de efectos. Uno de los más
importantes y que complementa al del estrógeno, es la supresión del pico de LH
y FSH a mitad de ciclo, necesario para que se produzca la ovulación.
Adicionalmente, la progesterona espesa el moco cervical, lo que dificulta el
paso de los espermatozoides. También reduce la movilidad de las trompas de
falopio, con lo que tanto el desplazamiento del óvulo y su fecundación en su
camino al útero, como el paso de los espermatozoides se ven seriamente
impedidos. Si a pesar de todo esto, finalmente se produce la fecundación, la
falta de desarrollo del endometrio uterino provocado por la progesterona, hace
difícil que el embrión se implante y se produzca embarazo.
Figura 3.- Mecanismo por el cual la píldora combinada (estrógeno y progestágeno) impide el embarazo. (Para los créditos, mirar abajo en 'Imágenes') |
Algunas
píldoras anticonceptivas no contienen estrógenos y se basan exclusivamente en los
efectos de la progesterona, opción que es algo menos efectiva. El estrógeno de
la píldora también tiene otras funciones complementarias: estabiliza el
endometrio para impedir que haya sangrado indeseado y potencia la acción de la
progesterona, por lo que permite utilizar menor dosis de ésta. No hay que
olvidar tampoco que médicamente la píldora se
prescribe para problemas relacionados con el ciclo menstrual, para regular los
ciclos o aliviar los síntomas de la regla, entre otras razones médicas.
Figura 4.- Mecanismo por el cual la píldora con progestágeno (sin estrógeno) impide el embarazo. (Para los créditos, mirar abajo en 'Imágenes') |
Los anticonceptivos
hormonales orales se toman con frecuencia diaria durante 21 días seguidos, tras
los cuales se descansa 7, intervalo en el que se produce la descamación del
endometrio uterino y, por tanto, el sangrado. Esto se debe a la bajada de los
niveles de estrógenos y progestágeno. Alternativamente, también es posible el
tratamiento continuo sin periodo de descanso.
Las tendencias actuales en
este tipo de anticoncepción es a la utilización de dosis menores de estrógenos
y a la generación de nuevos progestágenos. Además, también están ya disponibles
anticonceptivos bifásicos y trifásicos. En éstos, la dosis de las hormonas
varían según el momento del ciclo menstrual, con aumento progresivo del
progestágeno y cantidad variable del estrógeno. En el caso de los bifásicos, se
utilizan dos concentraciones diferentes de hormonas, mientras que son tres para
los trifásicos.
Además de la píldora,
existen otros métodos de anticoncepción hormonal que incluyen parche
transdérmico, anillo intrauterino, implante subcutáneo e inyecciones. Los
mecanismos de acción son similares a los de la píldora.
Figura 5.- Variedad de métodos anticonceptivos hormonales. (Para los créditos, mirar abajo en 'Imágenes') |
La
denominada anticoncepción de emergencia (píldora postcoital) o "píldora
del día después" sólo contiene progestágeno (las que están en venta en
España) y es efectiva desde las 12 hasta las 72 horas tras el coito. Se cree
que el mecanismo por el cual impide el embarazo es similar al de la píldora.
Referencias
- Sociedad Española de
Contracepción (SEC).- Anticonceptivos comercializados en España
- VI encuesta DAPHNE Bayer Schering Pharma de
hábitos anticonceptivos de la mujer en España
- Agencia Española del
Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)
- “An overview of oral contraceptives. Mechanism
of action and clinical use”. CA Frye. 2006. Neurology, 66(Suppl
3):S29–S36
- "Williams Textbook of Endocrinology".
Kronenberg. Saunders Elsevier. 2008
Imágenes
- Tabla 2.- VI encuesta DAPHNE
Bayer Schering Pharma de hábitos anticonceptivos de la mujer en España
- Figura 2 y algunas partes de figuras 3 y 4.- Modificado
de ’loudista’ en flickr
- Esquema de la fecundación y viaje al útero en
figuras 3 y 4.- Ttrue12 en Wikimedia
Commons
- Esquema de la pituitaria
en figuras 2, 3 y 4.- Modificado de Takumasa en Wikipedia.
- Imagen del espermatozoide
en figuras 3 y 4.- Bobjgalindo en Wikipedia.
- Figura 5.- Píldora
Inyección: Foto: stock.xchng