Imagen.- Copyright Eva Marquina Berenguer |
Autores: Sandra González Deves y Pablo García Martínez
[Ver también el artículo ”Fibra II. ¿Qué hay de verdad?”]
Parece lógico pensar que cuando un alimento o compuesto no es digerido y asimilado por el organismo, éste no tiene ninguna utilidad para nosotros y, por lo tanto, es prescindible. Sin embargo, existen componentes de los alimentos que, a pesar de esta circunstancia, sí ejercen funciones importantes para nuestra salud. Es el caso de la fibra alimentaria o dietética, presente únicamente en alimentos de origen vegetal.
De forma simplificada, la fibra es una amplia familia de compuestos que tienen en común dos características principales: están presentes en los alimentos y nuestro sistema digestivo no puede digerirlos ni absorberlos. Se trata de una familia heterogénea, aunque la mayoría de sus miembros son hidratos de carbono.