Consideradas
poco menos que milagrosas, las vitaminas han estado en el centro de la atención
nutricional gracias, entre otros, al apoyo incondicional del dos veces
galardonado con el Premio Nobel, Linus Pauling. Acérrimo defensor de la ingesta
de grandes dosis de vitaminas para curar enfermedades, fue duramente criticado
por la comunidad científica. Las vitaminas no son medicamentos, como él
defendía, pero sí nutrientes imprescindibles para la vida.